“Cada árbol se conoce por sus frutos”
(Lc 6,44)
Cada día nos acercamos al
Evangelio, escuchamos la voz del Señor, rezamos...
Pero con esto no basta.
El que escucha la palabra
de Jesús y nos las pone en práctica se parece a uno que edifico su casa sobre
tierra.
A través de imágenes Jesús
habla de la importancia de acoger y poner en práctica su palabra.
La palabra debe medrar en
el corazón hasta transformarlo en un corazón bueno del que siempre salga
bondad.
O ser como un árbol que
ofrece frutos sabrosos.
O también construir la vida como una casa bien
cimentada.
Ante tantas
"casas" o vidas de construcción frágil, hay que recordar que siempre
se pueden poner buenos cimientos y edificar de nuevo.
- Haznos conscientes,
Señor,
de que la construcción
de nuestra vida,
de la Iglesia y la sociedad
es tarea nunca acabada.
Las obras son las que
mejor hablan de lo que cada uno lleva en el corazón.
Las obras son las que
mejor hablan de Dios.
Ofrece gratuitamente a
todos los frutos que Dios hace nacer en tu tierra.
Si riegas mi vida con tu
amor, mi vida florecerá.
Si pongo tus frutos en una
mesa común,
en una eucaristía, sé que
se alegrará tu corazón.
Tenemos que reconocer que
en muchas ocasiones nos contentamos con escuchar y no movemos un dedo para
llevar a la práctica.
Pedimos perdón y fuerza
para convertirnos.
Sin embargo, también es
cierto que a veces nos esforzamos por cumplir la palabra de Jesús.
Él muestra el camino y
ofrece fuerza para poder avanzar por él.
Virgen del Carmen, Madre
del Amor Hermoso, recuérdanos que el amor con amor se paga y que obras son
amores y no buenas razones, que mirando la entrega de tu Hijo por nosotros nos
movamos a poner por obra sus palabras.
"¿Qué significa
evangelizar?
Dar testimonio con alegría
y sencillez
de lo que somos y
creemos".
(Francisco)
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