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Comunicar el Reino




“Rogad al Señor de la mies 
que mande trabajadores a su mies” 
(Mt 9,38).

El evangelio de hoy prepara el discurso de la misión, que escucharemos en los próximos días. Jesús recorre ciudades y aldeas curando, enseñando, levantando, devolviendo la dignidad a las personas.
 Al ver al pueblo, cansado y abatido, Jesús siente una compasión sin límites.
Cultiva la compasión mirando los rostros de la gente.   

“Señor, gracias por compadecerte de nosotros”
“Danos un corazón compasivo y misericordioso”
 “Gracias por las personas que se compadecen del prójimo”

Podría decirse que Jesús, antes de enviar a los discípulos, quisiera recordarles la importancia de saber hablar en su nombre.
El discípulo necesita ser liberado de los "demonios" que le impiden comunicar el Evangelio.

“Señor, cambia el corazón de los que no quieren creer”
 “Danos un corazón que sepa reconocer y agradecer tu compasión”

Debe moverle el amor compasivo que busca el bien de los demás.
Y ser persona de oración y de confianza en el "Señor de la mies".

- Señor: también hoy la mies es abundante 
y los trabajadores pocos.
Ayúdanos a saber comunicar el Reino 
con hechos y palabras.

Cada día te lo pediré, Padre: 
Envía a este mundo nuevos obreros del amor. 

“Gracias Señor por tu Evangelio y por sus anunciadores”
“Que sepamos acoger tu Evangelio con un corazón abierto”
“Danos sabiduría y generosidad para anunciar tu Evangelio”

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