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La alegría es el fruto del Espíritu




“¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?” (Mt 9,15)  



El Papa Francisco recuerda que  «El Evangelio, 
donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, 
invita insistentemente a la alegría».

La cruz de Cristo está siempre presente en la vida cristiana.

Y Cristo está presente como el Novio que vive 
y celebra la Alianza indestructible entre Dios 
y la humanidad.

Esta certeza debe llenar nuestra vida 
de profunda y serena alegría.

Y debemos también pedir que podamos libertarnos 
de lo que nos separa de Cristo y de los hermanos.

Dios hace todo lo posible para que seamos felices.

 Jesús compara su convivencia con nosotros 
con un banquete de bodas.

La alegría es el fruto del Espíritu 
y la mejor manera de mostrar la fe.

Mírate al espejo y sonríe.

Camina por las calles como 
si estuvieras danzando para Dios.

Trabaja con alegría.

Contagia el gozo a quien se te acerque.  

Cuando Tú estás, 
la alegría llena nuestro corazón y la vida entera.

Tú eres nuestro gozo.

Tu verdad nunca pasa de moda.   


“La misericordia en la Sagrada Escritura 
es la palabra clave para indicar 
el actuar de Dios hacia nosotros” (MV 9).  

Los niños encuentran el todo en casi nada.

Si fuéramos hoy como niños, 
disfrutaríamos de la alegría de saber 
que Jesús está con nosotros.   


- Señor Jesús, que tu presencia llene nuestro corazón 
de aquella alegría que es capaz de comunicar esperanza.

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