Ir al contenido principal

En manos de Dios

 


"No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros."
(Lc12,1-7).

El Señor advierte a sus discípulos de dos peligros: Uno de los mayores problemas en el camino de la fe: "Cuidado con la hipocresía",  la levadura de los fariseos, la hipocresía, que engañan a quien los cree. Realmente el fingimiento confunde a las personas pero es absolutamente ridículo ante Dios, que conoce lo profundo del corazón; no sirve de nada. Frente a ella la autenticidad. Muéstrame cómo eres y te diré el Dios en el que crees. Que con tus palabras y acciones muestres a ese Dios de amor y misericordia que Jesús nos anuncia. El otro, la opresión y manipulación de quienes matan por no pensar y hacer como ellos. Ante ella la confianza en Dios. Somos infinitamente valiosos.

Dios ama todo lo que ha creado. A los pájaros les ha regalado la belleza y los colores de sus plumas, la agilidad, su libertad, sobre todo las alas que les permiten volar. Pues a nosotros también nos ha regalado alas para volar, no físicas, pero si la capacidad de crear, de danzar, de cantar, de amar. No tengamos miedo, no nos empequeñezcamos. Somos hijos de Dios y Él nos ama y nos cuida desde siempre y para siempre.


Estamos en manos de Dios y Él nos quiere. Estamos a su lado, Él nos acompaña y nos guía. Tenemos fe, confianza plena en Él, es nuestro Dios, nos ama. El miedo retrae y esconde. La fe nos hace salir, movernos, abrirnos. Jesús nos dice  que no tengamos miedo de levantarnos, de seguirle, de anunciarle, de proclamar la Palabra, de vivir el Evangelio, de construir comunidad, de darnos, de servir al hermano, de vivir con la alegría de resucitados... de estar y ser con Él

Salta

Cuando la duda atenaza
y se exige respuesta.
Cuando cuesta la esperanza,
quizás por miedo a otro golpe.
Cuando Su voz es inaudible
y Su rostro se apaga
entre mil rostros.
Cuando el mensaje pesa
más que alivia.
Cuando la muerte
parece haber vencido,
y la vida sabe a derrota.
Cuando la soledad es cruel,
y no hay salida…
¡Salta!
Hacia la fe.
Hacia la vida.
Hacia la verdad primera.

No te dejes doblegar
por el viento en contra.
Verás cómo hay
quien recibe tu apuesta.
La vida gana.


(José María R. Olaizola, sj)


 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...