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¿Cuáles son tus piedras?

 


"Tú, ¿qué dices?" 
(Jn 8,1-11)

La ley manda apedrear. Una norma punitiva, opresora y parcial de la que brota injusticia. Una mujer acusada de un delito donde falta la parte masculina. Ella es adúltera. Morir por unas piedras que revelan las propias miserias y mentiras. ¿Cuáles son tus piedras?

Un Dios que manda apedrear a una mujer no es digno de credibilidad. Una religión que atenaza a base de leyes y no libera el corazón no es un Buena Noticia. Jesús prolonga a través de su humanidad la bondad y compasión de su Padre que no ha venido a juzgar, sino a salvar al mundo.

Es lo que hace Jesús al perdonar a la mujer y al perdonarnos a cada uno de nosotros. Nunca nos humilla. Nos respeta, nos eleva, nos dignifica. Y, sobre todo, nos lleva al Corazón del Padre, a la experiencia del amor infinito de Dios

Todos se marcharon dejando sus piedras atrás. Ojalá también nosotros aprendiéramos a hacer lo mismo.

Ver la paja en el ojo ajeno... y no ver la viga en el propio. Ojalá aprendamos a perdonar los defectos que nos molestan de los demás...

 Nos iría mucho mejor si en vez de levantar piedras acusadoras que juzgan y condenan, construyéramos puentes con ellas...


Quiero mirar como tú

Jesús, ayúdame a mirar como tú.

A no dejarme llevar por mis juicios,

interesados, duros y excesivamente crueles.

A observar, no tanto los aspectos negativos,

cuanto la bondad y lo noble de los que me rodean.

A ser prudente, como Tú lo fuiste

con aquella mujer, que adulterada en su vida,

comenzó otra vida nueva

ante tu forma de mirarle y corregirle.

A ver el lado bueno de las personas.

A no recrearme con el sufrimiento ajeno.

A no ser altavoz de calumnias y mentiras.

A ser persona y no jugar a ser juez.

A tener una mirada que sepa ver el granito

de oro que hay en el corazón de cada persona.

Para que, frente a la mentira, reine la verdad.

Para que, frente a la condena, brille tu misericordia.

Para que, frente a la burla, salga la comprensión.

Para que, frente a la humillación, despunte la bondad.

Ayúdame a mirar como tú, Jesús.



 

 

 


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