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Levanta

 


«Hija, tu fe te ha salvado. 
Vete en paz y queda curada de tu enfermedad»
(Mc 5,21-43)

Dios nos ha creado de pie, no humillados. De pie. Jesús da una salvación total que reintegra la vida de la mujer en la esfera del amor de Dios y, al mismo tiempo, la restablece en su plena dignidad.


Jesús se encuentra con dos mujeres. Unidas por doce años. Una sufre por sus hemorragias, otra se le ha ido la vida. Una toca a Jesús, otra es tocada por él. Las dos son levantadas. Las dos curadas en lo físico, lo social y lo espiritual. La sanación es integral.

Estar con Jesús es ponerse de pie ante el mundo, ante nuestra historia. Es dejar atrás camillas y miedos, marginaciones y silencios. Él nos grita fuerte cada día desde su Evangelio: «Talitha qumi».


¡Atrévete a tocar a Jesús! ¡Él puede sanarte y mucho más!

Jesús está al lado, está cerca, toca, levanta, acoge, habla... con ellas, con las que la sociedad desprecia, no valora, margina o echa fuera. Las quiere a su lado, las llena de dignidad, de vida. ¡Qué distinta sería nuestra vida si pasáramos por ella de verdad con Fe! Cuando confías se hace realidad lo que parecía imposible. No importa lo que otros piensen o digan, ten fe en que todo va a salir bien. Jesús es la fuente de la que brota la vida, la paz, el gozo y la alegría que anhelamos. Acerquémonos a Él sin miedo y dejémonos tocar por su amor y su gracia. No lo dudemos un instante. Dios ha venido a restaurarnos, a devolvernos vida, a levantarnos de la postración, a tendernos la mano cuando estamos huérfanos de ánimo, de salud, de dignidad… Su cercanía amorosa y saludable nos reviste de filiación y de fraternidad. Tócale el manto por la fe. Deja que te susurre: ¡levántate! Ya no estamos más huérfanos en el dolor.

Semilla pequeña, de fuerza omnipotente: la Fe, es saber que Dios obra en tu vida. Jamás te defraudará.

¡Qué alegría si podemos descubrir que, en Jesús, nuestro caminar por la vida es siempre un proceso que nos permite ir pasando de la oscuridad a la luz, de la turbación a la serenidad, de la tristeza al gozo, del miedo a la confianza!

"No temas". Vendrán las dudas, las dificultades, las tormentas, los enfados, discusiones, el cansancio, la enfermedad... pero quiero que ante todo nunca olvides que Yo estaré siempre junto a ti. Toma mi mano y levántate. No temas, camino a tu lado. Atte: Dios


Tú, Señor, has compartido con nosotros lo que trajiste a esta tierra: el amor del Padre, su gloria su vida divina, una verdad, que es la auténtica verdad de toda verdad. Nos has dado todo lo que el Padre te dio: la participación en la naturaleza divina, la filiación, el Espíritu Santo, la vida eterna.  Lo aceptamos, estamos dispuestos a ser infinitamente más que un nuevo hombre: un hijo de la eternidad, un hijo de Dios, heredero de la promesa, tu hermano, templo de tu Espíritu, reales sacerdotes que alaban al Padre y hacen retornar el mundo a su Creador como alabanza, trabajadores en tu viña, testigos de tu verdad, adoradores en espíritu, anunciadores de la luz que brillan, según las palabras de tu apóstol, como estrellas en medio de una generación mala y pervertida. Karl Rhaner

 


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