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La verdad te hace libre

 


«Como la fama de Jesús se había extendido, 
el rey Herodes oyó hablar de él...» 
(Mc 6, 14-29)

No te conformes con oír hablar de Jesús... ¡Acércate a Él, conoce a Dios! Te está esperando

Las palabras y gestos de Jesús se extienden entre la gente sencilla y necesitada; pero muchos no entienden la novedad de su mensaje.

Cuando tu vida como cristiano no deja indiferente a los demás estás en el buen camino.

Juan es el profeta de la denuncia y del anuncio. Es un poco de luz en medio de la noche, una ráfaga de verdad en medio de la hipocresía. Gusta pero molesta. Intentan acallar su voz con la muerte violenta, pero su voz seguirá viva en el corazón del mundo para siempre.

Acoge  la cruz de Cristo, que ha hecho de ella el símbolo supremo del amor.  

Tus inseguridades, tus envidias, el afán de ser más que el otro... No todo vale. Una cosa es crecer y otra escalar a costa de los demás, una cosa es brillar para iluminar y otra deslumbrar... Deja de cortar cabezas...

El miedo al qué dirán y a perder el poder nos puede llevar a todos a degollar Bautistas…

Vivir la vida cristiana y la comunión con la Iglesia significa valorar a todas las personas, respetar su dignidad.

A la mentalidad relativista y mundana le estorba y le incomoda la verdad. Al discípulo de Jesús, la verdad le hace libre y le capacita para amar y servir hasta el final.

«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch, 5,29). No temas anunciar a Jesús.

Habrá que defender la Verdad, aunque seamos pocos y los tiempos muy difíciles.

“Tenemos que defender la verdad a toda costa, aunque volvamos a ser solamente doce” (San Juan Pablo II)

Señor, tú eres la verdad. Ayúdanos a ser siempre sinceros, a decir siempre la verdad con cariño, sin ánimo de herir.


 

 

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