Gente molesta


 
“¿Con qué autoridad haces esto? 
¿Quién te ha dado semejante autoridad?” 
(Mt 21, 23-27)

 Es la pregunta envenenada que le lanzan los sumos sacerdotes y el pueblo a Jesús para poder acusarle de algo.

Esta misma pregunta nos la lanza hoy el mundo a los cristianos que damos testimonio de Jesús y “desafiamos” lo “políticamente correcto”: ¿por qué actuáis así? ¿En virtud de qué principios os atrevéis a sonreír siempre y lleváis como estandarte la ternura y la compasión?



La respuesta es sencilla: tratamos de ser coherentes con lo que creemos. Si de verdad estamos convencidos de que Dios nos ama con Corazón de Hombre, no podemos ir por la vida con cara de vinagre y asustando a la gente.

Nuestra “autoridad” viene de Jesús mismo que nos ha enviado al mundo entero… y eso implica llevar la “Buena Noticia” desentonando con el entorno, dando la nota discordante a base de sonrisas, ternura, alegría, buen humor… cosas “políticamente incorrectas”. El reto de este Adviento y Navidad es convertirnos en “gente molesta” a base de sonrisas y guiños.

Incomodemos al mundo dando testimonio de la felicidad que Jesús trae. 
¡Ya llega! 
¡Ya está a punto de llegar!
 
 Danos un corazón abierto para acogerte, 
para abrirnos a tu novedad, 
con la seguridad de que Tú nos amas 
y siempre quieres nuestro bien.

 

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