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¿Quién es de los nuestros?

 


"El que no está contra nosotros está a favor nuestro".  
(Mc 9,38-43.45.47-48)

Ver a las personas a través del reducido filtro del "a favor" o "en contra", es profundamente reductor. Todos somos diferentes en la forma de entender la realidad y en cómo nos gustaría que fueran las cosas. Pero la diferencia no es una amenaza. Es una posibilidad y un regalo. Mi crecimiento tiene que ver con todo lo que descubro y me asombra que supera mucho lo que yo sé y conozco.

"No es de los nuestros". ¿Y qué? Jesús una vez más nos recuerda que la salvación es para todos.  La diversidad enriquece y hace nuestro mundo más bello. Que no existan unos y otros, ni bandos contrapuestos,  sino un "nosotros cada vez más grande".

¿Quién es de los nuestros? Dios lo ha decidido amando a todos los hombres y mujeres de este mundo. Nuestra tarea es ayudar en su proyecto de fraternidad, 'dar un vaso de agua', es decir, aliento, compañía, colaboración, implicación y ayuda al que lo hace.

Tiende puentes, crea comunión, aprecia el bien venga de donde venga, suma fuerzas, alégrate de la riqueza de lo diferente, no pretendas uniformar, imponer, silenciar, excluir. Descubre lo valioso en los otros. Dialoga en búsqueda de la Verdad. Siempre hay algo que aprender.

Volver a los profetas resulta totalmente necesario. Nuestra sociedad, a veces tambaleante, a veces amorfa, requiere la valentía de los bienaventurados, de los pertrechados de lucidez, alegría, búsqueda sincera y crítica honesta y tenaz, de los revestidos fe que mueve montañas.



¿De carne o de piedra?

Arranca la mano de piedra,
que aprieta con saña
y apunta con odio,
cocina maldades
y pone cadenas…
Verás cómo crece
la mano de carne
que acuna y aquieta,
que quita cerrojos,
que escribe poemas
Arranca la pierna de piedra
que al pisar aplasta,
que avanza sin norte,
y, cerril, patea.
Verás cómo crece
la pierna de carne,
que baila ligera,
que te lleva, lejos,
donde Dios te llama,
donde el hombre espera.

(José María R. Olaizola, sj)

 


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