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Testigos

 


”Bienaventurados…”
 (Mt 13,16-17)

 Santos Joaquín y Ana, padres de la bienaventurada Virgen María.

Al celebrar la memoria de los padres de María, Madre de Jesús, somos invitados a elevar un canto de acción de gracias y alabanza, porque, en verdad, somos dichosos, más afortunados que los antiguos patriarcas y profetas, porque a nosotros se nos ha dado contemplar el cumplimiento de las antiguas promesas, aquello que ellos anhelaron y esperaron, y que nosotros hemos recibido como un don inmerecido. La alabanza y la acción de gracias, el sentirnos dichosos por lo que hemos visto y oído, por lo que vemos y oímos cada día (la alegría del Evangelio, la alegría del amor), ¿no deberá traducirse en una forma de vida que sigue encarnando y haciendo visible la cercanía y familiaridad de Dios entre los hombres?

 

Esta memoria litúrgica de San Joaquín y Santa Ana nos invita a rezar por los abuelos, que en la familia son los depositarios y a menudo los testigos de los valores fundamentales de la vida. La tarea educativa de los abuelos siempre es muy importante. (Benedicto XVI, 26/07/2008).

 

Felicitamos a todos los abuelos y abuelas especialmente en este tiempo de crisis por su labor insustituible dentro de la familia de transmisores de la fe y garantes de los valores cristianos.

 


Oración de las Personas Mayores

Señor Jesús, hazte presente en nuestras vidas, iluminando nuestras sombras  y fortaleciendo nuestra debilidad. Concédenos entusiasmo y corajepara seguir trabajando en tu viña,a nuestra edad y con nuestras limitaciones. Que sepamos transmitir nuestra experiencia y entregar nuestro tiempo y nuestra persona. Danos sinceridad y sencillez de corazón, amor a la verdad, a la justicia y a la paz.
Refuerza los lazos de amistad cristiana que nos unen,
y ensancha nuestros corazones para que puedan amar a todos los hombres como Tú los amas. Amén.


 

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