Shalom, regalo de la Pascua

 




“Vosotros sois testigos de esto” 

(Lc 24, 35-48)

Jesús vive hoy en medio de nosotros, pero la fe es fruto de la gracia y no del caminar humano. Hemos de tener un corazón abierto a la gracia

¿Cómo curar en los discípulos el fracaso de la cruz? Solo con paz. Jesús les regala su paz y cercanía. No están solos.  Hay personas que son testigos de paz y esperanza, de bondad y perdón, de solidaridad y lucha por la justicia. ¿Será en su casa donde se esconde Jesús?

Si te escondes en mi vida, Señor, ¿por qué te busco fuera de ella?

Jesús nos sale al encuentro en el silencio de la noche y nos llena de su paz; en quien con sus palabras calienta nuestros corazones. Se nos revela en las manos que curan enfermos, que cuidan de los niños, que comparten el pan; en los pies que van al encuentro de los necesitados..


Por la resurrección de Jesús de entre los muertos,
nos has hecho nacer de nuevo para una esperanza viva,
Queremos ser los testigos de esa resurrección y vida nueva,
pues aunque no hemos visto las llagas de Jesús
ni hemos metido las manos en su costado, como Tomás,
queremos sentir en el corazón el fuego de su presencia.
Y por esa misma fe en la presencia de Cristo resucitado,
queremos vivir como hermanos, constantes en la oración,
en la vida comunitaria, en la fracción del pan eucarístico
y en la escucha constante de tu Palabra.

Santos Benetti.

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