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Signo de contradicción




 “¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?”
(Jn 7, 40-53)

Las palabras de Jesús entrañan una novedad nunca antes conocida.
Tocan la esencia de las insatisfacciones humanas, y hablan de plenitud.
Hay que acogerlas con apertura y deseo de vivir constantemente en la novedad.
Cada día tienen un mensaje diferente y original.

Hubo quien despreció el origen humilde de Jesús
¿No es nuestra actitud prejuiciosa muchas veces con nuestros hermanos de la misma forma?
¿Puede salir algo bueno y noble de la gente sencilla? 
Rotundamente SÍ.
 
Jesús sigue siendo signo de contradicción en el mundo.
Obliga a definirse, a tomar posición, así como lo hizo en su época, lo hace también ahora...

Hay que tomar partido.
Vivir de la fe exige optar. 
Jesús será siempre la pregunta planteada a la fe:
"¿Para vosotros, quién soy yo?"
¿Piedra de tropiezo o piedra angular?
La fe es combate, es lucha, es estar en búsqueda permanente.
¿Tú ya has optado por Él?



¡Hazme oyente de tu Palabra, Señor!
Que al oír tu voz, el temor no me cierre a la escucha.
Que al oír tu voz, haya silencio en mi interior.
Que al oír tu voz, haya silencio en mi interior.
Que al oír tu voz, yo te escuche, Señor.
Tu voz en mí se haga VIDA; vida que anima contra el desánimo;
Vida que pacífica contra la violencia; vida que consuela ante el dolor y el llanto;
Vida que construye vida ante la destrucción y la muerte.
¡Hazme oyente de tu Palabra, Señor!



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