El mandamiento

 



«¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?» (Mt 22, 34-40)

El hombre encuentra su unidad en el amor porque en él está involucrado todo su ser: "corazón", es decir, conciencia, "alma", es decir, el ser vital físico e interior, el pensamiento y la acción, en definitiva "tú mismo". Con amor el hombre es todo. Sin amor no es nada.

¿Cómo debemos seguir a Jesús? Amándolo con todo el corazón, con toda el alma, con la mente y con todas las fuerzas, es decir, con todo lo que nosotros somos. Y la manera como esto se percibe es justamente en el amor al prójimo. Así de simple

Para Cristo, el amor a Dios y el amor al hermano son inseparables, se cruzan y se dan vida recíprocamente y construyen el "ser cristiano" total y genuino. 

 


 

Si el amor te escogiera

Si el amor te escogiera y se dignara
llegar hasta tu puerta y ser tu huésped
¡Cuidado con abrirle e invitarle,
si quieres ser feliz como eras antes!

Pues no entra solo: tras él vienen
los ángeles de la niebla. Tu huésped solitario
sueña con los fracasados y los desposeídos
con los tristes y con el dolor infinito de la vida.

Despertará en ti deseos que nunca podrás olvidar,
te mostrará estrellas que nunca viste antes;
te hará compartir, en adelante
el peso de su tristeza divina sobre el mundo.

¡Listo fuiste al no abrirle! y, sin embargo,
¡qué pobre, si lo echaste de un portazo!

(S.R. Lysaght)

 


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