Coherencia




«Su fama se extendió enseguida por todas partes» 
(Mc 1, 21b-28)

Se confunde con facilidad la autoridad con el prestigio, y el servicio con el poder. Lo que revela quienes somos es como vivimos, desde donde tratamos a los demás y si transparentamos libertad o “posesión “.

Su coherencia le da 'poder' de convicción, hace que le admiren, muestra una manera nueva de vivir lo religioso creíble y atrayente. Habla y cura, cuenta y sana, enseña y transforma. Tiene autoridad.


La Palabra de Dios, en el principio, creó todas las cosas, dándoles el ser; ahora, hecha carne, por amor, tiene el poder de recrearnos, expulsando de nuestro corazón el mal que nos oprime y destruye y llamándonos a vivir una Vida nueva.

Tu autoridad
Hay quien manda
con la fuerza de las armas,
los títulos,
las riquezas.
Hay quien del poder
hace muralla,
y del dominio
hace credo.
Hay quien erige su mando
sobre cautiverios ajenos.
Hay quien, para ganar,
tiene que hacer que otros pierdan.
Hay quien ostenta
un control efímero,
mientras se engaña
en el espejismo del instante.
No Tú, Señor.
Tu autoridad se forja
en palabras que bailan con la vida;
el amor como motivo;
una mirada que acaricia;
la honestidad desnuda;
el deseo de bien;
la apertura al riesgo;
la libertad para todos;
y una debilidad,
que compartida es invencible,
y eterna.
(José María Rodríguez Olaizola)

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