La lógica de Dios




Bienaventurados los pobres. 
Ay de vosotros, los ricos 
(Lc 6, 20-26)


Las bienaventuranzas, que Lucas reduce a cuatro, no son para juzgar a unos y salvar a otros.
Las bienaventuranzas son ideales de vida evangélica.
Las bienaventuranzas son mentalidades evangélicas.
Las bienaventuranzas son estilos de vivir a la luz del Evangelio.

Jesús, en las bienaventuranzas, nos presenta la forma de vida del hombre nuevo, redimido y liberado de la esclavitud del pecado y de la muerte, su misma forma de vivir.

La lógica de Dios
en las bienaventuranzas
vuelve del revés la lógica del mundo (tener, poder, estar arriba) .
La lógica de Dios es servir, compartir... la lógica del amor.


Las Bienaventuranzas son rompedoras.
Sus valores nos descolocan.
Nos proponen una felicidad que no se encuentra en riquezas ni bienes terrenos, sino más bien en despojarnos del apego a ellos y vivir desde la fe.
Dichosos aquellos en quienes Dios pone su mirada y su Espíritu Santo

Dichosos los que lloran, predilectos de Dios... toda una propuesta para nosotros, acercarnos y amar, acercarnos y acompañar, acercarnos y quedarnos, consolar, escuchar y abrazar.

Lo importante es que seamos capaces de ir creciendo en el amor y de ir, cada vez más, viviendo la vida ordinaria con un corazón extraordinario. 
Basta con que tratemos de poner lo mejor de nosotros mismos en cada cosa que hagamos, por rutinaria o corriente que nos pueda parecer.  
Así nos quiere Dios también a nosotros: viviendo para los demás desde nuestra cotidianidad, desde nuestro día a día, por corriente que nos pueda parecer: hoy de fiesta, mañana trabajando y al otro donde nos toque estar. …. pero siempre atentos a los demás.  
Y así, se puede vivir el cristianismo 24 horas al día y 7 días a la semana, como algo transversal en todos los ámbitos de nuestra vida.

MI CONFIANZA ERES TU, SEÑOR

Frente a la riqueza que todo lo invade,
dame tu  pobreza que todo lo enriquece
Frente a los manjares que el mundo me ofrece
dame el  hambre de Ti para no perderte

Antes que la alegría en sonrisas fingidas
da a mis  ojos lágrimas y pena con los que lloran
Antes que cobardía frente a los que me insultan
dame valentía  y perseverancia en tu camino
Antes que deseos de poder y de apariencia
dame  humildad y saber siempre estar de tu lado
Antes que vanidad o ansias de aplausos
dame la  satisfacción de ser tu amigo

Que mi confianza, Señor, seas Tú
Que mi riqueza, Señor, seas Tú
Que mi alimento, Señor, seas Tú
Que mi alegría, Señor, seas Tú
Que mi fortaleza, Señor, seas Tú
Que mi horizontes, Señor,
ahora y  siempre seas tú
Amén



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