Te seguiré


“T

Tomó la decisión de ir a Jerusalén. Te seguiré 
adonde quiera que vayas” 
(Lc 9, 51-62).

El seguimiento de Jesús es siempre nuevo, una aventura de amor que nos exige renunciar a nuestras propias ideas o proyectos preconcebidos y a dejarnos conducir y sorprender cada día por su Espíritu.

Siempre hay excusas para posponer el evangelio.
«Aún no».
«Así no».
«Yo a mi modo».
«Es que me gustaría, pero… »
Y tú, paciente, esperando, mientras yo gasto el tiempo en batallas absurdas.

Maestro, te seguiré adonde vayas;
Maestro, dedicaré un tiempo cada día a estar contigo;
Maestro, me gustaría comprometerme con una buena causa;
Maestro, voy a compartir una parte de mi dinero;
Maestro, quiero seguir el camino que Tú me señalas:
Maestro, lo que más quiero en esta vida es ...
Pero, Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre;
déjame terminar primero la carrera o la oposición;
déjame criar primero a mis hijos;
déjame pagar primero la hipoteca;
déjame que antes resuelva todas mis dudas;
déjame ....
Señor, Tú me llamas y yo pongo excusas;
y tú vuelves a decirme: "Tú, sígueme".
Acompáñame, Señor, en esta jornada,
para que sepa aprovechar cada momento,
para seguirte, escucharte y hablarte,
para comprometerme y compartir;
para disfrutar la vida y entregarla del todo.
Amén.

María, dulce María, tú si que comprendiste que "Nadie que mira hacia atrás vale para el reino".
 ¡Queremos seguirle a Él con tu ayuda y ejemplo!

Si me llamas, Jesús, que responda ¡SI!
Si veo el mundo vacío de Ti, que yo lo llene de tu amor
Si me invitas a tomar la cruz, que la coja sin temor
Si pronuncias mi nombre, que no piense que va por otro
Si me cuesta dar, que piense en lo mucho que Tú me ofreces
Si me exiges seguirte de verdad, que no busque mil excusas para no hacerlo
Si observas mi vida cristiana, que la encuentres como Tú quieres
Si necesitas mi voz, aprovéchala para que seas conocido
Si necesitas mis pies, anímalos para recorrer tus caminos
Si necesitas mi inteligencia, confórmala con el evangelio
Si necesitas mis ojos, que mire con alegría al futuro
Si necesitas mi corazón, transfórmalo con tu verdad
Si no estás de acuerdo con algo de mi vida, dame un poco de tiempo
Si me ves agitado porque no recojo frutos, cálmame con la esperanza
Amén




Comentarios

  1. Gracias Juanlu... porque aquí siempre me encuentro como en la casa de mi Padre, y cada vez que me paso por tu blog, consigo un momento de intimidad para oración. Es difícil de explicar, pero ES.
    Un abrazo.

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