¿Quién es éste?




“¿Quién es éste 
de quien oigo semejantes cosas?” 
(Lc 9,9)

Todo está en manos de Dios.
Sus tiempos no son los nuestros.
Sus caminos no son nuestros caminos.
Sólo Jesús nos desvela y nos conduce al Padre.
Él es guía y Camino.
Yo también quiero cada día encontrarme con Él.

¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!
¿Qué saca el hombre de todos los afanes con que se afana bajo el sol?
Una generación se va, otra viene, pero la tierra permanece.
Todas las cosas cansan.
Lo que pasó volverá a pasar.
Nada hay nuevo bajo el sol.
Eclesiastés1,2-11



Todo en esta Tierra perece.
Polvo que lleva el viento.
Algún día seremos en plenitud en el hogar definitivo.
La vida es un regalo precioso.
Es un regalo para la eternidad.

"Madre Inmaculada, que viva mi alma persuadida de que fuera del Sagrario en donde vive, se da y se gusta la Vida y fuera del camino que a Él conduce, todo es vanidad de vanidades y aflicción de espíritu" (SMG OOCC 1488)

Hablar con la vida.
Cuestionar con la vida.
Iluminar con la vida.
Retar con la vida.
Simplemente, ser con la vida.

Muchos oyen campanas y no saben dónde, escuchas, habladurías, otros pasan indiferentes, otros viven desconcierto...
¡Qué bueno sería vivir la novedad diaria del desconcierto sembrado por el Señor en nuestras cotidianas vidas!
 Evitaría tantas rutinas...

Jesús no pasa inadvertido.
No busca la notoriedad, pero su estilo de vida llama la atención.
Quieren escucharlo y verlo hasta sus propios enemigos.
Le llegan a Herodes noticias sobre Jesús.

 Muchos ven en sus enseñanzas la doctrina de Elías y Juan. 
Herodes está inquieto. 
Quiere encasillar a Jesús para domesticarlo, pero no sabe cómo. 
Herodes verá a Jesús el día del proceso. 
De nuevo el mensaje es claro: sólo verás a Jesús cuando decidas si estás con Él o contra Él.
 Sírvete tú de la pregunta del tirano para acercarte a Jesús y contemplar su rostro de cerca. 
¿Quién es éste en cuya mirada se percibe un amor tan profundo, que toca mis raíces?
¿Quién es éste que produce miel en mi boca, melodía en mi oído, júbilo en mi corazón?
Jesús enriquece las palabras de los antiguos profetas y cada uno de nosotros estamos llamados a profetizar y hacer visible la Palabra.  


Comienzo a ser cristiano:
Cuando comienzo con la curiosidad de querer verle a Él.
Cuando comienzo con la curiosidad de saber cómo era Él.
Cuando comienzo con la curiosidad de saber qué sentía Él.
Cuando comienzo con la curiosidad de saber qué pensaba Él.
Cuando comienzo con la curiosidad de parecerme a Él.
Cuando comienzo con la curiosidad de ser como Él.
Es que el cristianismo no es “una escuela” ni es “una doctrina”.
El cristianismo es “Alguien” que ilusiona y arrastra.
El cristianismo es una “Persona” que nos encanta.
El cristianismo es Jesús.
Sin Jesús no hay cristianismo, sino doctrinas cristianas.

Hoy fiesta de San Vicente de Paúl, una vida entregada a los más pobres enraizada en la oración.

*_Saber acogernos recíprocamente_*
Todos deseamos teóricamente la verdad, incluso la pregonamos, pero no siempre la "realizamos".
Ello se logra no con la malevolencia y la acusación recíproca, sino con la mansedumbre, la paz y la acogida mutua, "obras de la luz".


Vicente de Paúl, en ti vemos a Dios amando a los más pobres con todo el corazón.
Vicente de Paúl, en ti vemos a Dios mostrando los caminos que llevan al Amor.

"Nuestros amos y señores son los pobres que nadie quiere.
No es suficiente que yo te ame, Señor, si mi prójimo no te ama y conoce.

Dadme un hombre de oración y será capaz de todo.
Cuanto más te miremos, Señor, mucho más te amaremos.
El servicio a los pobres ha de ser preferido a todo.
Dondequiera que alguien sufre, Señor, allí encuentro vivo tu rostro".

- Señor, que sepa verte en los hermanos.

¿Quién es éste?
Es Jesús, mi Señor, el que camina siempre conmigo.


Señor, líbrame de todo deseo de sobresalir,

de parecer más grande o más bueno que los demás,
de pretender la fama a cualquier precio.

Pero, si he de llamar la atención,

que la llame por ser como tú;
por decir la verdad con dulzura, como tú;
por acercarme a los más necesitados, como tú;
por ser libre frente a los poderosos y al qué dirán, como tú;
por no estar apegado al dinero y a la comodidad, como tú;
por buscar más el amor que el placer, como tú;
por luchar contra el mal sólo con las armas del bien, como tú;
por tener paciencia con los que no acaban de aprender, como tú;
por perdonar setenta veces siete, como tú;
por trabajar en comunidad por la comunidad, como tú;
por dar la vida con alegría hasta el final, como tú;
por confiar siempre en Dios Padre hasta en los peores momentos, como tú.

Señor, ayúdame a ser cada día más parecido a ti.

Le pedimos a tu  Madre, también Madre nuestra, que ponga un deseo grande de conocer y tratar a su Hijo en el Pan de la Palabra para alimentar nuestra alma.
Amén.

Comentarios

  1. Muy bonito...como todo lo que escribes... gracias muchas gracias por acercarnos a Él.

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