Levántate




"No llores" (Lc 7,13)  

Jesús se compadece de una mujer que llora la muerte de su hijo.
Lo hace con inmensa ternura.
La palabra de Jesús es compasiva, comunica siempre la vida. Jesús entrega la vida a la mujer que llora. 
Vete al encuentro al encuentro de la gente que sufre.
No esperes a mañana para hacerlo.
Dales tu cercanía, tu sencillez.
Pon vida en medio de toda muerte.   

Hay mucha gente trabajando por humanizar la vida desde distintos enfoques.
Hay mucho Espíritu derramado sobre corazones llenos de entusiasmo.
Hay mucha esperanza.

Viste su dolor
Te conmoviste
Dijiste una palabra
Te acercaste, tocaste su problema y... fue la Vida


"A ti te digo: levántate".
Levántanos de nuestras tristezas.
Despiértanos a una vida nueva.


Junto a ti, Jesús, se respira la vida. 
Junto a ti, Jesús, no hay lugar para el llanto.
 Junto a ti, Jesús, encontramos a los hermanos.

Señor, tienes un corazón de carne, un corazón sensible,
que se alegra con los que gozan
y comparte los sufrimientos de los que lloran.
Gracias, Jesús, porque te alegras con mis éxitos
y sufres conmigo los malos momentos.

Gracias, Señor, porque me miras a los ojos,
me llamas por mi nombre y me dices:
A ti te hablo, LEVÁNTATE,
levántate de tu tristeza; levántate de tu egoísmo,
levántate de tu desesperanza, levántate de tus desconfianzas,
levántate de todo lo que te impide vivir,
de todo lo que no te dejar ser persona,
de todo lo que no te deja avanzar.

Señor, dame un corazón como el tuyo
y ayúdame a levantar a quienes están caídos junto a mí.


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