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Madre, enséñanos a reinar como tú.



“Alégrate, llena de gracia, 
el Señor está contigo” 
(Lc 1,28). 


Dios mira a María con amor y la llena de gracia; la convierte en mujer nueva, fecunda; siembra el proyecto del reino en su corazón virgen.
Mira a María de Nazaret acogiendo el Plan de Dios en su vida, sin entender nada de nada, con total abandono y confianza en la Palabra y en la fuerza del Espíritu Santo. 

Dios es así: un torrente de alegría, de amor, de presencia.
Se alegra de ser Dios para poder darse como Dios.
María es testigo privilegiado. 
Recorre hoy con María estos caminos: de la ausencia a la presencia, del silencio a la alabanza, de la soledad a la compañía.

Que mi vida sea como una flauta que tú llenes de música, Señor.

Bendita tú, Virgen María, ruega por nosotros.
Bendícenos para que seamos bendición de Dios para la humanidad.

Mirar a María es aprender a descubrir dónde y cómo tiene que estar el discípulo de Cristo.

Papa Francisco

Hoy es la fiesta de Santa María Virgen, Reina.
Madre, enséñanos a reinar como tú desde el silencio, la humildad, el servicio y la confianza total en Dios.

¡Nunca olvides a María!
¡Mímala con las Tres Avemaría!
Por el Poder que te otorgó el Padre: Dios te salve María...
Por la Sabiduría que te concedió el Hijo: Dios te salve María...
Por el Amor Misericordioso con que te ungió el Espíritu Santo: Dios te salve María...
¡Escúchanos!

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