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Enviados




“Los fue enviando” (Mc 6, 7-13).

Realizar la propia vocación desde el amor, es la misión a la que estamos todos llamados: laicos, religiosos, misioneros...
Ser testigos del amor de Dios allí donde estemos.

Hay mucha gente que necesita la Buena Noticia.
Gente rota, vacía, despreciada, hambrienta no sólo de pan, sino de dignidad y respeto.
Quizá cerca de mí, hay quien necesita ser escuchada, comprendida, ayudada.

“Para el camino un bastón y... que llevasen sandalias...”


La vida y la fe son algo dinámico, un continuo intento.
Suponen salida, exploración, iniciativa, acción, movimiento.
De lo contrario, estamos muertos.





La acogida, la amistad, la fraternidad y el compartir vida en torno a una mesa forman parte de la vida y nos recrean como personas.
¡Me encanta!


Señor, me doy cuenta que todo lo que me pides es un simple ‘sí’, un simple acto de confianza para que, de ese modo, la elección que tú haces por mí dé frutos en mi vida.
No quiero estar tan ocupado con mi forma de vivir, mis planes y proyectos, mis parientes, amigos y conocidos, que no me dé cuenta siquiera de que Tú estás conmigo, más cerca que ningún otro. No quiero ser ciego a los gestos de amor que vienen de tus manos, ni sordo a las palabras amorosas que vienen de tu boca. Quiero verte cuando caminas conmigo y escucharte cuando me hablas.


Henry Nouwen


 Señor, Jesús, haznos una comunidad abierta,
confiada y pacífica, invadida por el gozo de tu Espíritu Santo.
Una comunidad entusiasta, que sepa cantar a la vida,
vibrar ante la belleza, estremecerse ante el misterio
y anunciar el Reino del amor.

Que llevemos la fiesta en el corazón
aunque sintamos la presencia del dolor en nuestro camino,
porque sabemos, Cristo resucitado,
que Tú has vencido el dolor y la muerte.

Que no nos acobarden las tensiones
ni nos ahoguen los conflictos que puedan surgir entre nosotros,
porque contamos -en nuestra debilidad-
con la fuerza creadora y renovadora de tu Espíritu Santo.

Regala Señor, a esta familia tuya,
una gran dosis de buen humor,
para que sepa desdramatizar las situaciones difíciles
y sonreír abiertamente a la vida.

Haznos expertos en deshacer nudos y en romper cadenas,
en abrir surcos y en arrojar semillas,
en curar heridas y en mantener viva la esperanza.

Y concédenos ser, humildemente,
en un mundo abatido por la tristeza,
testigos y profetas de la verdadera alegría.

Por vos iluminados
Nos ha destinado a ser sus hijos.
Nos ha llamado para ser sus compañeros.
Nos ha invitado para ser sus amigos.
Nos ha lanzado a las fronteras.
Ha tenido en cuenta nuestras fragilidades.
Ha iluminado y allanado senderos.
Ha transfigurado nuestros corazones.
Ha sacramentado nuestras historias.
Nos ha comprometido con el Reino,
para que veamos lo que Él ve,
para que oigamos lo que Él oye,
para que nos embarremos como Él se embarra,
para que celebremos con Él,
para que amemos como Él nos ama
y hasta espera divina perfección.
Ha soñado con encender un fuego
y nosotros presentes entre sus llamas.
Encendidos, apasionados y danzantes.
Con los mismos colores del Reino,
así por Él iluminados.


(Marcos Alemán, sj)



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