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La fiesta de los que se comprometen a amar.







“Venid a mí todos 
los que estáis cansados y agobiados” 
 (Mt 11,28)


Las preferencias del Dios de Jesús están puestas en la "gente sencilla".

Además, Jesús llama sobre todo a los que van por la vida "cansados y agobiados".

Se puede decir, por tanto, que el Corazón de Jesús se siente atraído por los últimos de este mundo; y por los que peor lo pasan en esta tierra de tantas violencias e injusticias.

Jesús pasaba las noches en oración, pero los días enteros se los pasaba de pueblo en pueblo, de aldea en aldea, conviviendo con los más desamparados de este mundo, aliviando penas, curando enfermos y conviviendo con los pecadores y gentes marginales.

Así nos dejó claro por dónde andan las preferencias de su corazón.


¡Qué grande es el corazón de Jesús!

Cuando los pobres ya no pueden más, Jesús les ofrece su vida para descansar.

Junto a Jesús se recrea la vida.

Procura hoy que tus palabras no culpabilicen a los demás.

Únete a Jesús y continúa su proceso de liberación de todos los agobiados.  

La fiesta del Corazón de Jesús es la fiesta:
De los que buscan el amor.
De los que creen en el amor.
De los que se sienten amados.
De los que sienten que Dios es de ellos y para ellos.
De los que se comprometen a amar.
 


Voy al Sagrario y paso un rato contigo. 

Te cuento mis cosas y Tú me serenas. 

Desahogo mis afanes y Tú me das la paz. 

Y cuando camino, siento tu mano sobre mi hombro, Jesús.



A tus pies, Corazón de Jesús,
nos rendimos sabedores de que, si a Ti marchamos,
hemos de descubrir una fuente de la que brota a borbotones:
Paz; si estamos rotos
Amor; si andamos sumidos en el odio
Perdón; si, el rencor, nos deja paralizados.
¡Cómo no acercarnos hasta Ti, Corazón de Jesús!
En Ti encontramos la respuesta a nuestras inquietudes
El bálsamo para nuestras heridas
La fuerza en nuestro caminar
La ilusión en nuestro vivir.
¡Sí, Corazón de Jesús!
Muchos intentan silenciar tu nombre
pero, ¿podrán acallarlo en nuestras entrañas?
¡Sí, Corazón de Jesús!
Muchos confunden tu amor auténtico, con el capricho
El servicio sin tregua ni recompensa, con el detalle de un día
El respeto al hermano, con la simple tolerancia.
¡Sí, Corazón de Jesús!
Presentarnos delante de tu rostro es venir con aires de fiesta
Es beber el pozo de la sabiduría
Es dar en la diana, donde al amor de Dios,
tanto nos dice y tanto nos ama.
A tus pies, Corazón de Jesús,
llegamos como quien va a casa del hermano
A tus pies, Corazón de Jesús,
avanzamos cansados de los tropiezos de la vida
A tus pies, Corazón de Jesús,
depositamos trabajos y proyectos,
familias y niños,
jóvenes y padres
y, a todo este pueblo/ciudad
que, cuando eleva sus ojos, no ve otra cosa en el horizonte
sino tu imagen regia abrazando a todos sus habitantes.
Bendícenos, Señor:
Danos sangre de tu corazón;
para vibrar con la fuerza de tu amor
Otórganos el latido de tu corazón;
para sentir la presencia de Dios
Abre, una vez mas, de arriba abajo tu corazón;
y poder injertarnos, de esa manera, en las entrañas de tu ser.
Sí, Sagrado Corazón de Jesús,
acercarnos hasta Ti, es entrar por un instante en el mismo cielo
acercarnos hasta Ti, es hallarnos cara a cara con el amor de Dios
acercarnos hasta Ti, es aspirar que reines, y para siempre reines,
donde otros dioses quieren someternos y aniquilar nuestra vida espiritual
Una vez más, con el corazón en la mano,
Con la aclamación en nuestros labios
Con nuestro pensamiento en el Dios
Con nuestros cantos haciendo de escalera armónica
entre la tierra y el cielo, te decimos:
¡SAGRADO CORAZÓN DE JESUS EN TI CONFÍO!
Amén.

Javier Leoz 

 

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