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Escogidos para mostrar a Jesús





“Se enteraron sus vecinos y parientes 
de que el Señor le había hecho 
una gran misericordia, 
y la felicitaban” 
 (Lc 1,58)
 

¡Qué hermoso gesto! 
Los vecinos de Isabel se enteran de lo bueno que ha sido el Señor con ella y se acercan a compartir su alegría.

Acércate a compartir la alegría de los que viven cerca de ti.

Amar la alegría de los demás es una forma preciosa de dar gloria a Dios. 


En la fiesta de la natividad de  San Juan Bautista recordamos cómo él mostró al pueblo el camino hacia Cristo.
Nosotros también, como Juan,  hemos sido escogidos por el Padre  aun antes de nuestro nacimiento.

Dios nos llama hoy a cada uno de nosotros para mostrar a Jesús presente en nuestro mundo
por la forma cómo vivimos el evangelio.


Con los gozos de mis hermanos, me gozo.

Con los éxitos de mis hermanos, me alegro.

Con todos te alabo y te bendigo, te doy gracias a Ti, que haces maravillas.



Juan Bautista,

Tú que te adentraste en el desierto

para encontrarte frente a Dios,

intercede para que también nosotros

huyamos de aquello que nos impide

estar frente Aquel que nos dio la vida.

Tú, que con tan poco, fuiste feliz

descúbrenos los caminos que conducen

no  a la riqueza y sí a la felicidad

Tú, Juan Bautista, que señalaste

al que era salvación y vida

que no confundamos nuestros líderes

con la verdad ni la paz

que no pongamos nuestras ilusiones

en la simple carne o apariencia

Tú, Juan Bautista, que llevaste al paladar

la miel silvestre

intercede ante Jesús para que, El,

sea el dulce que más valoremos

y por el que más luchemos.

Tú, que tanto supiste de oración y de penitencia,

empújanos a los oasis de encuentro con el Señor

a la reflexión sobre la austeridad y el derroche

al agradecimiento por lo mucho que Dios nos da.

Tú, que con tus manos, bautizaste al Autor de la Vida

Jesucristo, Señor Dios nuestro,

anímanos en el camino de la fe

en la vida de la Iglesia

en el seguimiento a Jesús.

Tú, que por ser fiel a tus principios,

alcanzaste la gloria del martirio;

ayúdanos a ser fuertes

a no echarnos atrás en el conocimiento de Cristo

a presentar, como Tú lo hiciste,

a Aquel que es vida y resurrección.

Amén.

Javier Leoz


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