Creados de nuevo en Cristo






“A vino nuevo, odres nuevos” 
(Lc 5,38)

Se acusa a los discípulos de Jesús de poco observantes de las leyes del ayuno y la oración.
Es que han entendido y viven la alegría de tener con ellos al Esposo que sella la alianza definitiva entre Dios y la humanidad.
Si nos faltase esta alegría profunda, nuestro cristianismo estaría algo aguado.
Por otro lado, debemos ajustar continuamente nuestra sintonía con el Evangelio: no siempre lo "añejo" o lo que se ha hecho "toda la vida" es lo mejor.

Señor: que sepamos descubrir y vivir cada día la novedad que nos propone el Evangelio.

Regocíjate y alégrate, porque el Evangelio de Jesús te expone a cambios inesperados.
Llénate de júbilo, porque Jesús te invita a vivir con ojos nuevos.
Deja atrás tu traje de tristeza, porque en Jesús han quedado atrás tu esterilidad y pobreza.
Afiánzate porque en Jesús se han cumplido las antiguas promesas.

Alégrate en el Señor, como María, porque Jesús nunca defrauda tus mejores sentimientos.

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