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los caminos de la reconciliación.





“Vete primero a reconciliarte con tu hermano” 
(Mt 5,24).

¿Qué significa ser mejores que los letrados y fariseos?
Ellos tenían como motivo de orgullo cumplir al pie de la letra todo lo que manda la ley, por el propio esfuerzo y dedicación.
 La propuesta de Jesús es otra: dejarse guiar continuamente por el Espíritu respondiendo al amor inmenso del Padre.
 Entonces, cumplir una ley externa no es la nieta, sino apenas un punto de partida para un camino que nunca acabaremos de recorrer, porque las posibilidades de amar y hacer el bien son ilimitadas.
La reconciliación es don y tarea, es camino para el encuentro con Dios y con los demás. 
Dedica unos momentos, antes de orar, a ponerte a bien con los hermanos.

Antes de cantarte, mi Dios, 
afinaré las cuerdas de mi cítara, 
recorreré los caminos de la reconciliación.

- Ayúdanos, Señor, 
a no poner nunca límites 
a nuestro camino cristiano.
Que en todo momento estemos 
atentos a la voz del Espíritu.

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