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Irradiar la luz del Evangelio



 
“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” 
(Mt 16, 16).    
"Llevad siempre con vosotros el Evangelio".  
Porque en el Evangelio encontramos a Jesús. 
Y desde Jesús respondemos a los gritos que demandan un mundo más humano. 
Tan humano como se hizo Dios, en Jesús.

¿Alguien puede decir que él no sirve?
¿Alguien puede decir que él no puede?
“Todo lo puedo en aquel que me conforta” (Flp 4,13).



Bendito seas, Dios Padre nuestro, Dios de los apóstoles, por habernos llamado a la fe 
dentro de tu pueblo la Iglesia, 
que has cimentado sobre Cristo 
y sobre la palabra y el testimonio de los apóstoles, 
a quienes él eligió como sucesores suyos.
Te alabamos hoy con estos testigos cualificados 
del evangelio y columnas de la Iglesia, 
que fueron los apóstoles Pedro y Pablo. 
Concédenos, Señor, responder a tu elección de amor para colmar las esperanzas depositadas 
en esta hora del mundo, 
para mostrar tu rostro auténtico 
a nuestras hermanos los hombres, 
para irradiar la luz 
del evangelio de Cristo en torno nuestro, 
para presentar ante el mundo 
el rostro joven de tu Iglesia. 
Amén.

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