Ir al contenido principal

Antes de leer la Biblia

Oración para antes de leer la Biblia ...

Señor,
ayúdanos a abrir el corazón
a tu voz viva en la Biblia.
Infunde en nosotros
la presencia de tu Espíritu.
Abre nuestro entendimiento,
cambia nuestra puntos de vista,
sacúdenos de nuestras
seguridades falsas.
Enséñanos a confiar sólo en Tí
y en tu Palabra.
Haznos humildes,
aumenta nuestra
capacidad de escucha,
mantennos atentos
a las reflexiones
de nuestros hermanos.
Ayúdanos a descubrirte
en los demás.
Enséñanos a discernir
desde la mirada del Evangelio
la realidad que nos toca vivir,
y aquello que hay que denunciar
porque se opone al Reino.
Que no acomodemos tu Palabra
incisiva y verdadera,
a las ondas "light" de estos tiempos.
Danos la valentía de anunciar
tu presencia liberadora
en medio nuestro.
Que no diluyamos, Señor,
tu Palabra
que no la cambiemos
por un reglamento,
que no ahoguemos
su llamado al cambio,
que no tapemos su luz
con nuestras oscuridades.
Danos hambre y sed diaria
de tu Palabra en la Biblia,
la constancia
de la lectura cotidiana,
el esfuerzo por aprender
siempre más,
el deseo por acercarnos
a esa fuente viva
y recobrar las fuerzas
para luchar sin descanso
contra el hambre y la sed
que cercenan vidas
y ahogan esperanzas.
Que tu Palabra nos comprometa,
nos interpele,
nos conmueva desde adentro
y nos mueva
a practicarla sin demora.
Danos la luz de tu Verdad
para que tu mensaje
eche raíces en nuestro interior
y de frutos abundantes
de solidaridad
a los hermanos que hoy sufren.
Danos coherencia, Señor,
para vivir sin dobleces
el camino que nos muestras
cuando meditamos tu Palabra.
Prepara nuestra inteligencia
para entender lo que nos dices.
Ayúdanos a buscar en comunidad,
profundizar tu conocimiento,
y haz crecer nuestros compromisos
de llevarte al mundo
para hacerlo Reino.
Contágianos
la fe intensa de María,
maestra del evangelio
y testigo fiel de tu Palabra.
Jesús, Maestro Bueno,
habla que escuchamos,
llama que acudimos pronto,
invita que estamos dispuestos
para hacer tu voluntad
de vida plena
y de justicia verdadera.

 Marcelo A. Murúa

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...