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JESÚS, CONFÍO EN TI.



   
“El publicano no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, se golpeaba el pecho diciendo: 
Oh Dios, ten piedad de mi que soy un pecador”.  (Lucas 18,9).

¿Por qué te confundes 
y te agitas ante los problemas de la vida? 
Déjame el cuidado de todas tus cosas y en todo te ira mejor.
Cuando te abandones a mi todo 
se resolverá con tranquilidad según mis designios. 
No te desesperes, 
no me dirijas una oración agitada 
como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. 
Cierra los ojos del alma y dime con calma:  
JESÚS, CONFÍO EN TI.
Evita las preocupaciones y angustias 
y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. 
No estropees mis planes, 
queriéndome imponer tus ideas. 
Déjame ser Dios 
y actuar con libertad. 
Abandónate en mí. 
Reposa en mí 
y deja en mis manos tu futuro. 
Dime frecuentemente:  
JESÚS, CONFÍO EN TI.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento 
y tus propias ideas 
y querer resolver las cosas a tu manera. 
Cuando me dices:  
JESÚS, CONFÍOEN TI
no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, 
pero le sugiere el modo de hacerlo. 
Déjate llevar en mis brazos divinos, 
no tengas miedo.  
YO TE AMO.
Si crees que las cosas empeoraron a pesar de tu oración, 
sigue confiando. 
Cierra los ojos del alma y confía. 
Continua diciéndome a toda hora:  
JESÚSCONFÍO EN TI.
Necesito las manos libres para poder obrar. 
No me ates con tus preocupaciones inútiles. 
Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, 
quitarte la paz. 
Confía solo en mí todas tus angustias 
y duerme tranquilamente. 
Dime siempre:  
JESÚS, CONFÍO EN TI 
y veras grandes milagros.
Te lo prometo por mi AMOR


Del Salmo 50: Misericordia, quiero, no sacrificios, dice el Señor.
Textos Bíblicos: Oseas 6:1-6 | Lucas 18:9-14

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