¿Para qué?

Muchas veces soy un ingrato.
No correspondo como es debido al amor inmenso que Dios me tiene.
Siempre estoy en una continua queja ante los acontecimientos que me ocurren.
En estos día estoy pensando que más que preguntar el ¿por qué?
Tendría que preguntarme ¿para qué?
Así descubriría la mano de Dios que lleva mi vida y la vida de las personas que me rodean.
En este momento acudo al libro de los salmo y encuentro paz y sosiego para mi espíritu sabiendo que el Señor me conoce.
 
SEÑOR, TÚ ME SONDEAS Y ME CONOCES (SAL 138)
“Señor, tú me sondeas y me conoces:
Me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares;
no ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa es sublime no lo abarco”.

Comentarios

  1. Juanlu, acabo de descubrir tu blog, ya me ha sorprendido el Señor con esa hermosa cita de san Antonio, que he de decir, que nunca la había oído y me encanta. Y, no sólo eso, lo primero que leo es tu entrada en la que me alegra mucho encontrar a gente que no escriba "lo bueno que es", y además, ese salmo es el que mas me ayuda junto con el salmo 22.
    Mil gracias!

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  2. Gracias Patricia. Si algo tengo claro en mi vida es que el amor de Dios lo es todo. sin ese amor mi existgencia sería muy distinta.
    Un saludo. La paz

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