EN MANOS DE DIOS


 Cuando se va acabando el día, traigo a mi memoria un salmo que nos pone ante nuestra realidad más profunda. Nuestras vidas están "en manos de Dios". Recordar esto nos ayudara mucho para poder afrontar los distintos avatares que nos ofrece nuestra existencia. El salmo es un bello canto del hijo que se sabe querido y amado por Dios.
Salmo 62    El alma sedienta de Dios


Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. 


El salmo es una invitación a poder saborear,  "gustar y ver qué bueno es el Señor"

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colaborar con el Señor

"Señor, enséñame a orar"

Gracias, Señor.