Es realmente sorprendente: sabemos interpretar tantos indicios y, sin embargo, no sabemos juzgar por nosotros mismos lo que es justo. ¿No será que preferimos engañarnos con tal de no aceptar la evidencia? Damos mil rodeos con tal de no enfrentarnos a la realidad. Dios espera. Hemos avanzado en técnica, en la IA y ha crecido nuestra soledad. No hemos aprendido a mirar a nuestro alrededor y ver a las personas que caminan con nosotros, olvidamos aplicar la justicia y la misericordia.
Hoy nos preguntas Jesús por nuestra forma de interpretar el tiempo que vivimos. Hablamos de salud mental, de guerras, de corrupción. De inmigración, de problemas con la vivienda. Pero nuestra gran preocupación es como estamos, lo felices o tristes que nos sentimos. Y tiene que ser una cantante: Rosalía, la que diagnostique los "signos de los tiempos". Nos falta Dios en nuestras vidas. Nos falta la vivencia integradora que armoniza todo lo que vivimos. Quién a Dios tiene, nada le falta.
Jesús nos exhorta a interpretar los signos de los tiempos y a actuar con justicia y reconciliación.
Dios no manda al arcángel Gabriel cada vez que quiere darnos una misión. Basta con que estemos atentos a la realidad que nos rodea. Cada cristianos, cada comunidad, cada parroquial, cada diócesis, la Iglesia entera… Todos tenemos que estar atentos para descubrir las llamadas de Dios en los acontecimientos de la vida, en los hechos más sencillos y en los más significativos.
Pidamos la gracia de tener un discernimiento claro y una
actitud justa, buscando siempre la reconciliación y la paz.


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