Dios Padre Bueno y Misericordioso
te damos Gracias por todos los dones
que Tú no se entrega gratuitamente,
simplemente, porque Tú no amas.
Te pedimos que Tú nos ayudes cada día
a ser siempre agradecidos contigo,
y con todos nuestros hermanos que a diario
nos ofrecen su ayuda y todo lo bueno que tienen.
Te damos Gracias por el don de la Fe,
porque gracias a ella podemos agradecerte
tu Bondad y tu Misericordia con nosotros.
Te damos Gracias y te Alabamos cada día,
Dios Padre nuestro, Bueno y Misericordioso,
porque Tú estás presente con nosotros a diario,
en medio de nuestra vida y de nuestros problemas,
y Tú nos ayudas a afrontarlos y a superarlos con fe.
Ten Misericordia de nosotros y líbranos del mal,
y de nuestra enfermedades producidas por el pecado,
que nos producen envidia, egoísmo, avaricia, ira,
y tantas debilidades y males que intentan alejarnos de Ti.
¡Gracias porque Tú nos sanas el corazón y nos Salvas!
¡Ayúdanos a sanar a los demás con el fuego de tu Amor!
Te pedimos, Dios nuestro, que tengas siempre compasión
y Misericordia con nosotros, y que nunca nos abandones,
para ayudarnos siempre a seguir tu ejemplo de tu Amor
y el estilo de vida que Tú nos enseñas con paciencia,
para ayudar siempre, con disponibilidad y sin cansancio,
a cada persona que necesite nuestra cercanía y ayuda,
para que todos pueda sentir tu Consuelo y tu Misericordia,
a través del Amor con el que Tú llenas nuestro corazón. Amén
te damos Gracias por todos los dones
que Tú no se entrega gratuitamente,
simplemente, porque Tú no amas.
Te pedimos que Tú nos ayudes cada día
a ser siempre agradecidos contigo,
y con todos nuestros hermanos que a diario
nos ofrecen su ayuda y todo lo bueno que tienen.
Te damos Gracias por el don de la Fe,
porque gracias a ella podemos agradecerte
tu Bondad y tu Misericordia con nosotros.
Te damos Gracias y te Alabamos cada día,
Dios Padre nuestro, Bueno y Misericordioso,
porque Tú estás presente con nosotros a diario,
en medio de nuestra vida y de nuestros problemas,
y Tú nos ayudas a afrontarlos y a superarlos con fe.
Ten Misericordia de nosotros y líbranos del mal,
y de nuestra enfermedades producidas por el pecado,
que nos producen envidia, egoísmo, avaricia, ira,
y tantas debilidades y males que intentan alejarnos de Ti.
¡Gracias porque Tú nos sanas el corazón y nos Salvas!
¡Ayúdanos a sanar a los demás con el fuego de tu Amor!
Te pedimos, Dios nuestro, que tengas siempre compasión
y Misericordia con nosotros, y que nunca nos abandones,
para ayudarnos siempre a seguir tu ejemplo de tu Amor
y el estilo de vida que Tú nos enseñas con paciencia,
para ayudar siempre, con disponibilidad y sin cansancio,
a cada persona que necesite nuestra cercanía y ayuda,
para que todos pueda sentir tu Consuelo y tu Misericordia,
a través del Amor con el que Tú llenas nuestro corazón. Amén
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