¡Qué bien se está aquí! Ese es el fruto de cada momento de oración. La capacidad que se nos regala de mirar de frente la realidad y descubrir la profundidad de amor y de entrega que hay en todo. Si la superficialidad y la distracción lo iguala todo, la capacidad de orar nos permite descubrir la inmensidad del amor que lo posibilita todo. No cambia la mirada porque cambie el paisaje. Cambiamos si aprendemos a escuchar la Voz de Dios que le habla a nuestro corazón y nos recuerda que somos sus hijos e hijas predilectos. Todos.
Hoy, en la fiesta de la Transfiguración, se nos revela la gloria de Jesús y la confirmación de su misión divina. La Transfiguración del Salvador, en presencia de tres de sus Apóstoles, es un acontecimiento central en los evangelios: Jesús se manifiesta en su gloria, los discípulos no entienden nada, y Dios Padre revela su voluntad: Muestra a su Hijo y pide que le escuchen. Ahí está la meta.
Jesús se transfigura ante sus discípulos. Muestra su divinidad cubierta por el velo de la humanidad. Su gloria escondida entre el sufrimiento y la incomprensión que se esconde tras la cruz. La transfiguración es la luz de la esperanza.
que no sé andar por los caminos,
si Tú no estás conmigo y me guías.
¡Gracias por tu luz, Jesús!
¡Gracias por todos los que brillan como Tú!
Lo vieron distinto a como lo conocían. Sus íntimos descubrieron que era único... lleno de luz, transfigurado. Oyen una voz, 'es mi Hijo'. Elías, Moisés y Él hablando. Es la plenitud de la Historia de la Salvación. Sus amigos se sorprenden, una experiencia religiosa única. No hay nadie como Él... Su presencia cambia el mundo
Querían que se parase el mundo, nada había en el mundo más importante que lo que estaban viendo, estaban siendo testigos de la transfiguración del Señor. Quieren quedarse pero bajan del monte, no se quedan, la historia continúa, hay un compromiso con todos los hombres y mujeres. Todos
La experiencia en la montaña no es un en sí mismo, sino un impulso para bajar al mundo y vivir con fidelidad el seguimiento de Cristo. Esta escena nos invita contemplar su gloria de Dios que a menudo se culta en lo cotidiano, y nos recuerda que el camino hacia esa gloria pasa por la escucha obediente del Hijo amado: "Este es mi Hijo, el escogido, escucharlo".
con el corazón abierto y seguirte
con fidelidad cada día.
En este día, no olvides pedir a Dios que te permita contemplar su gloria y ser transformado por su luz. Que tu vida refleje la presencia de Cristo y sea un testimonio vivo de su amor y de su amoroso poder.
Virgen María, madre llena de gracia, quien con tu fe y amor acompañaste a Jesús en todos los misterios de su vida, te pedimos que intercedas por nosotros
en este sublime momento de la Transfiguración. Así como tú fuiste testigo del resplandor divino y del milagro en el monte Tabor, que tu luz nos guíe y nos fortalezca para seguir a tu Hijo con confianza y valentía. Madre de la gloria, acompáñanos siempre en nuestro caminar hacia la transformación interior. Que, como Pedro, Santiago y Juan, podamos escuchar la voz del Padre que nos invita a seguir a Jesús,y que, con tu intercesión, se haga en nosotros la voluntad de Dios. Amén.
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