Señor Jesús, Hijo de Dios vivo
Tú eres el Señor,
el único Salvador.
Mira a tu pueblo en esta hora de orfandad
y manda a tu Espíritu Santo a renovar
la faz de la Iglesia.
Concédenos un Papa santo, con el suave
olor de Cristo que santifique al rebaño, que
lo gobierne con la verdad y la caridad, que lo
enseñe con la claridad de tu perenne
Evangelio y doctrina.
Danos un Papa que predique con pasión y
ardor tu Evangelio, que proclame que Tú eres
el único Señor y Salvador, que atraiga
suavemente a las naciones a tu Reino,
que dé testimonio valiente de la única
verdad que eres Tú.
Danos un Papa lleno de amor y misericordia
con los pobres y los pecadores, un pastor
que cure las heridas y que sea incansable
en llamar a la conversión, pues sin
arrepentimiento tampoco hay perdón.
Danos un Pastor que nos lleve a volver la
mirada a lo alto y nos haga entender que
nuestro destino no es esta tierra sino la gloria
del Cielo donde reinaremos contigo.
Ilumina a los Cardenales, que huyan de la
tentación de la mundanidad y del poder,
que busquen solo tu Gloria y el bien de la
Iglesia y que se abran la inspiración
de tu Santo Espíritu.
Amén
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