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Preparemos el camino....

 


"Preparad el camino del Señor, 
enderezad sus senderos."
 (Mc1,1-8).

El evangelio de San Marcos comienza explicando quien es Jesús. Lo hace en relación con las profecías. Invitando a preparar el camino. Presentando a Juan Bautista. Figura importante del Adviento. Un personaje que propone un estilo de vida y proclama un nuevo bautismo.

En la vida no vale cualquier camino. Les hay rectos y espaciosos; les hay difíciles y arriesgados; algunos se pierden en la maleza; otros no conducen a ninguna parte; hay algunos muy solicitados y otros casi nadie transita. Los realmente necesarios, los que llevan al encuentro.

El Evangelio es solo una humilde "palabra" que habla en el desierto de este mundo y llama a todos a preparar el camino a Jesús que está para nacer en medio de nosotros. Necesita de nuestra pequeñez para ser proclamada.

"Hay noticias que solo un mensajero las trae, a las que sólo presta oído el silencio. Son esas mismas noticias las que renacen la vida; las que desvelan el Camino al que nacimos; el que vamos siendo."


Estamos preparando un camino donde podamos encontrarnos con Él. Las herramientas son claras, la Palabra, la escucha, el cambio, la conversión, el quitar aquello que 'en el camino' dificulta su venida, su paso, el encuentro. El Adviento nos ayuda a ser los mejores "preparadores del camino de la Navidad".

Tiempo de asfaltar los baches de nuestro corazón. Desbrozar la maleza interior que dificulta la llegada del Señor.


Preparar el camino es un trabajo interno y personal. Es preparémonos para recibir a alguien. Con la ilusión que vivimos la llegada de alguien que de verdad nos importa. Sabemos lo que le gusta, la paz, la alegría, el amor, la esperanza. Que nuestras vidas acompañen al Niño que nos va a nacer. Su indefensión, necesita nuestro cuidado. Su mudez, nuestras palabras. Su pequeñez, el despliegue de toda nuestra generosidad y entrega. Preparémonos para recibir el gran regalo del Dios con nosotros.


Allanar el camino, enderezar, elevar y nivelar ... Una serie de actitudes y reprogramaciones, cuya finalidad es: ¡AMAR! ¡Así de sencillo y de profundo!... ¡Jesús ya viene! ¡Preparémosle el camino!.

 

 

Lo que tú quieras

Señor,
como tú quieras, debe sucederme,
y como tú quieras, así quiero caminar,
ayúdame sólo a comprender tu voluntad.

Señor,
cuando tú quieras, entonces es el momento,
y cuando tú quieras, estoy preparado,
hoy y en toda la eternidad.

Señor,
lo que tú quieras, eso lo acepto,
y lo que tú quieras, es para mí ganancia,
basta con que yo sea tuyo.

Señor,
porque tú lo quieres, por eso es bueno,
y porque tú lo quieres, por eso tengo valor,
mi corazón descansa en tus manos.


(Beato Rupert Meyer)

 

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