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Regalos de Jesús

 


«El que me ama guardará mi palabra 
y mi Padre lo amará, 
y vendremos a él y haremos morada en él» (Jn 14, 23-29)

Jesús, escapando de normas sin alma y sin misericordia, dejó en el Evangelio un sólo mandato: el amor. No hay que imponer más cargas que las indispensables. Vivamos en la libertad que se asienta en el amor. Reconciliados, libres, felices. Siéntete amado, valorado y bendecido.Guardar su palabra para que experimentemos el Amor. Nos sintamos habitados por él. Palabra que nos enseña y recuerda el Espíritu enviado por el Padre. Palabra de Amor y de Paz. Paz que no es nuestra paz. Paz que vence miedos y turbaciones. Amor, Paz y Alegría.

En el amor está todo resumido: la paz, la bondad, la cercanía, el cuidado de los demás... AMAR es la clave.


Jesús de Nazaret nos ha dejado como regalo la paz: "la paz os dejo, mi paz os doy". Y el don acogido se hace tarea: "dichosos los que trabajan por la paz". Quien tiene paz, pacífica. No se puede construir la paz social con un corazón lleno de resentimiento y de intolerancia.

Cristo nos deja la fuerza vivificadora del Espíritu para que siempre sintamos su cercanía y recordemos su Palabra

 

Mientras vuelves

Mientras vuelves,
la espera será batalla,
será coraje,
será memoria.
No me dejes
convertirte
en cuadro
de museo,
en tonada
piadosa y vacía,
en nueva ley,
que encadene
al espíritu.
Mientras vuelves,
la espera será palabra,
escuchada y compartida,
proclamada y defendida.
No me dejes
profanarte
tomando en vano
tus bienaventuranzas,
a los pobres,
tu justicia,
el Amor.
Mientras vuelves
la misión será proyecto,
comunidad y fiesta,
será encuentro o nada.
No me dejes
encerrarte
en la capilla privada,
en el cielo de los puros,
en la ciudad de los espejos.
Hay que mantener
el fuego ardiendo,
mientras vuelves.


(José María R. Olaizola, sj)

 


 


 

 

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