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¿De qué lado estás?

 


"Toma al niño y a su madre y huye a Egipto..."
(Mt 2,13-18)

El amor de Dios se ha manifestado en la Navidad.
Pero el mal existe, y el desamor de los hombres ha ocasionado a lo largo de la historia mucha muerte inocente.
José y María empiezan a experimentar que los planes de Dios exigen una disponibilidad nada cómoda.
La huida y el destierro no son precisamente un adorno poético en la historia de la Navidad.
 
De esta experiencia brota una enseñanza para TODOS.
Nuestra opción de fe nos invita constantemente a levantarnos, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro alrededor, porque es el lugar donde Dios habla.
 
También hoy el ángel del Señor nos invita a preservar la vida poniendo distancia de los que la amenazan y de esa forma, convertirnos en signo de esperanza para los inocentes que están expuestos a la matanza.
 
¿Soy sensible al grito y lamento de los inocentes que sufren hoy?

Niños abortados, esclavos, refugiados, abusados, vendidos, explotados.
Vidas truncadas que muchas veces permanecen invisibles a nuestros ojos.
Ojos que no quieren mirar.
"Ay de quien escandalice a uno de estos pequeños".
Hoy son muchos los Santos Inocentes.
 


Inocentes víctimas del odio, el poder, la incomprensión, el egoísmo.
Inocentes asesinados por la guerra, las mafias, el aborto o el maltrato.
Inocentes que mueren de hambre, en la patera de la injusticia y la diplomacia.
Inocentes que no vemos y tenemos muy cerca

¿Me identifico con Jesús, que asume la historia y el sufrimiento de su Pueblo y desciende a Egipto con los suyos para iniciar el nuevo y definitivo éxodo de la humanidad; o con Herodes, que no acepta la voluntad de Dios y pretende destruir su obra a toda costa?

Jesús y su familia son refugiados.
Los refugiados vienen a construir con nosotros el proyecto que Dios, la fraternidad. Escuchemos 'el llanto de Raquel' por la pérdida irreparable de vidas, movamos el corazón al cambio, la esperanza, la acogida.

Seamos corazón abierto y hogar de acogida para los Santos Inocentes que hoy día tienen que huir...
¿Qué le duele más a Dios:
-tener que huir emigrando
-la muerte de tantos inocentes
-los Herodes de turno encerrados en sus miedos y ambiciones
-la pasividad de tantos ante la atrocidad...?

Día de los Santos Inocentes, no contribuyamos a ninguna.

La fe nos urge y nos lanza, no para ser salvadores de nadie, sino para comprometernos con el Reino de Dios.                   
¿De qué lado estás? 


Nada más nacer,
y ya en el camino,
su techo es el cielo,
la tierra es el lecho
que guarda los sueños,
de un hombre sencillo
de una mujer buena
de un recién nacido.
Detrás, a lo lejos,
violencia en las calles
nacida del miedo.
Dolor en las vidas
de tanto inocente.
Víctimas sin culpa,
llantos sin consuelo.
El constante juego
de los poderosos
cobrándose el diezmo
de los más pequeños.

Volverás de Egipto
rasgarás el muro
que divide al hombre
que provoca duelos,
le darás la vuelta
al maldito ciclo
de tanta barbarie,
de tanto desierto
donde nada crece.

Brotarán, de nuevo,
esperanzas altas,
amores perpetuos,
humanas caricias,
profundos anhelos
que desde la entraña
llaman a lo eterno.
Ahora duerme, niño,
que de tu suspiro
pende el universo.


José Mª Rodríguez Olaizola, sj

 


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