Y ahora vas y lo cuentas



“JESÚS SE VOLVIÓ Y, 
AL VER QUE LO SEGUÍAN, 
LES PREGUNTA: 
¿QUÉ BUSCÁIS?” 
(Jn 1,38)  

La iniciativa del seguimiento de Jesús procede siempre de Él, que nos conoce y nos ama desde toda la eternidad, pasa cada día a nuestro lado y nos invita a seguirlo.

Dicen que eres el Mesías, que has venido a liberar a tu pueblo.
Me invitas a seguirte...
¿Dónde vives, Señor?..
En las periferias, en los pobres, en los refugiados, en los abandonados...
Ven conmigo y lo verás.

"Venid y lo veréis"... dentro de vosotros, en comunidad, en la familia, en la naturaleza, en los pobres...
Solo hace falta mirar con el corazón para ver a Dios en todo.



VENID Y LO VERÉIS
Venid y lo veréis.
Sedúceme cada día.
Invítame una y otra vez.
Venid y lo veréis.
Haya en mi corazón alegría o esté en completa aridez.
Venid y lo veréis.

El poder del mal te encadena a la culpa y te hace creer que no hay salida.
Pero Cristo tiene el poder de liberarte y hacerte nuevo a cada instante.
Su misericordia es inmensamente mayor que nuestro pecado.
Y donde abundó el pecado, sobreabunda su gracia.

Guardas tantos tesoros en tu corazón que no salen a la luz por cobardía, por falta de medios, por bloqueos, o como consecuencia de heridas no sanadas...
Abandona el pasado y activa tu don.
Deja que vean la luz los sueños de amor que se almacenan en tu alma.
Comunicar es vivir.

Vive y activa en ti la compasión.
Que la frialdad, de esta sociedad y esta cultura, que provoca tanto sufrimiento, no anide en tu alma.
Como Jesús, sé sensible y acogedor hasta agotar tus fuerzas en servir y en amar.

Estos días, son días para hacernos los encontradizos con Jesús, leyendo y escuchando con el corazón su Palabra, acercándonos a los pobres y marginados, como Él se acercaba.
Es posible que nuestra vida, como la de los discípulos, cambie y encuentre una nueva dirección que realmente haga que todos nuestros momentos valgan la pena.


Tú nos invitas a ponernos en camino,
a salir de nuestras casas (situaciones, miserias, enfermedades, dolencias)
y a recorrer un itinerario de fe,
un camino en el que los que te sigan
irán descubriendo y respondiendo
a la pregunta por tu identidad.

La gente pregunta quién eres
y tú respondes “venid y lo veréis”,
“llamad y se os abrirá”,
“amad por encima de todo”,
“perdonad hasta setenta veces siete”,
“construid vuestra casa sobre la roca”,
“sembrad con perseverancia y sed pacientes”…
…porque tú nos quieres en camino, en movimiento, en acción
y en este no parar te nos descubres tal cuál eres.

Dame la oportunidad de acercarme a ti,
de preguntarte quién eres
y de conocer la respuesta
en el seguimiento fiel a tu persona y a tu proyecto,
a tu evangelio y a la misión. Así sea.


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