Ir al contenido principal

Nacer de nuevo



"De lo que hemos visto damos testimonio" 
(Jn 3,11).   

Testigo es el que vio.
Testigo de Dios solo podrá ser aquel que vio a Dios.
Solo podremos dar testimonio de Dios, luego de encontrarnos con él en el silencio de la oración que es donde Dios se deja ver y sentir.
Antes de hablar de Dios, encuéntrate con él.
Antes de anunciar a Dios, es preciso verlo primero.  

Quién no quisiera a veces nacer de nuevo.
El Espíritu de Dios nos ha sumergido en su misterio.
Formamos parte de Él.
Somos, en Cristo, criaturas nuevas.
Y cada vez que renovamos la fe, renacemos.


"Tenéis que nacer de nuevo".

Resucitar es volver a nacer con aquel corazón de niño que está escondido en algún lugar de nuestro interior.




NACER DE NUEVO
Nacer de nuevo.
A la alegría y a la risa contagiosa.
Nacer de nuevo.
Incluso con gritos y con dolor.
Nacer de nuevo.
A la confianza y a la amistad cuidadosa.
Nacer de nuevo.
Abrir las puertas y respirar a pleno pulmón.

La comunidad cristiana es el grupo que mira a Jesús.
Por encima de todas las voces y ruidos, escucha el sonido de su palabra de vida.
Todos los bienes le vienen de mirar al que es la fuente de vida.           

Por estar en contacto con Jesús, sus amigos abren caminos de confianza   en las noches de la humanidad.     


Señor, me esfuerzo cada día por seguirte, aunque muchos de mi amigos pasen de Ti.
Busco la verdad y la justicia, como Nicodemo.

Y Tú me pides algo desconcertante: "nacer de nuevo".
¿Nacer de nuevo a mi edad, Señor?
¡A duras penas consigo corregir mis defectos, como para "nacer de nuevo"!
Pídeme, Señor, que comparta algo con los pobres.
Pídeme, Señor, que asuma algún compromiso.
Estoy dispuesto a hacer cosas por ti y por los demás.

Pero no me pidas "nacer de nuevo".
No sé qué es "nacer de nuevo".
No sé cómo podría "nacer de nuevo".
Me resisto a "nacer de nuevo", aunque intuyo que ese es el verdadero camino.
Rompe las rutinas, las seguridades, los apegos que no me dejan "nacer de nuevo".
Ayúdame a entender que yo solo no puedo "nacer de nuevo".
Nadie puede darse a luz a uno mismo.
Sólo Tú, sólo tu Espíritu, sólo tu Amor pueden hacer posible que yo "nazca de nuevo".
Ayúdame, Señor, a abrirte mi corazón de par en par.
Ayúdame a dejarme conducir por tu Espíritu.
Ayúdame a dejarme transformar por tu Amor

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...