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La acción de gracias y alabanza de María


  

  “El Poderoso ha hecho obras grandes en mí” (Lc 1,49).  


Hoy acogemos la acción de gracias y alabanza de María a Dios.
En casa de Isabel, ella manifiesta que está experimentando en la propia vida el modo de obrar generoso y gratuito de Dios que salva.
Y eso le descubre la capacidad receptiva de los que tienen corazón pobre y abierto.
Mientras que quienes se consideran ricos se excluyen de la gracia de Dios.

- Que esperemos la Navidad con corazón pobre.
Conscientes de que todos necesitamos salvación.
Y venciendo el orgullo de creemos ricos.


María canta que lo propio de Dios es tener misericordia.
¿He descubierto que el Evangelio me invita ante todo a responder al Dios que me ama y me salva?  

“A todos debe llegar el consuelo y el estímulo del amor salvífico de Dios, que obra misteriosamente en cada persona, más allá de sus defectos y caídas” (EG 44).

Oye, Señor…

Tú hiciste maravillas en María, porque ella se mostró disponible, estaba a la espera, y se dejó hacer por ti…
Ella reconoció tus grandes obras porque ella se ofreció como esclava, con ese estilo de servir que enseña Jesús,
y con total sencillez reconoció tus proezas.
Y a nosotros nos ofreces lo mismo; si nos abandonamos del todo en ti y vivimos la vida contigo,
Tú nos llevarás de la mano y nos darás vida.
Y los demás reconocerán en nosotros tu mano, porque contigo podemos hacer maravillas, si nuestra fe es auténtica y fiel,
y te dejamos hacer tus planes en nosotros.
Que el ejemplo de María nos ayude a entregarnos, nos quite rigideces y nos vuelva disponibles y manejables, para que nos llenes de tu amor y de tu forma de estar en el mundo.


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