Todos somos hermanos




“Señor, ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, 
o desnudo y te vestimos?” (Mt 25,38)    
 
Jesús se identifica con los que están en los márgenes, 
con los que son expulsados en las fronteras.   
Estar con los últimos es estar con Jesús.   
Servir a los pobres es amar a Jesús.  
No te acostumbres a esta palabra de Jesús, 
es mejor que te siga impactando.   
Mira a la Iglesia sin fronteras, 
Madre de todos.   
Deja que te toquen los últimos 
y la casa se te llene de vida. 
  
Señor Jesús, acogemos tu palabra.
Gracias por decirnos que nuestra identidad 
no se entiende 
si no cultivamos el sentido de pertenencia 
a los forasteros, hambrientos. 
Todos somos hermanos. 

“Misericordia es la ley fundamental 
que habita en el corazón de cada persona 
cuando mira con ojos sinceros al hermano 
que encuentra en el camino de la vida” (MV 2).   

Hoy podemos aprender a hacer las cosas difíciles: 
dar la mano al ciego, cantar para el sordo, 
liberar a los esclavos que se creen libres, 
vestir de dignidad a quien está a nuestro lado…  

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