El Padre responde a todas nuestras preguntas



“Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo” (Lc 9,35).   

La oración es para poner los ojos en Jesús, abrir el oído y escuchar su palabra. 
Es una suerte gustar su amistad y su mensaje. 
No es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo.
Camina con Jesús.
Escucha su Palabra.
Contémplalo.
Adóralo.
Descansa en Él.  
Gracias, Jesús.
Contigo la vida se nos vuelve más plena.
Ven con nosotros.
Habla con nosotros.
Respira en nosotros.
Trabaja con nosotros.  

“El Espíritu Santo que conduce los pasos de los creyentes para que cooperen en la obra de salvación realizada por Cristo, sea guía y apoyo del Pueblo de Dios para ayudarlo a contemplar el rostro de la misericordia” (MV 4).   

El Padre no está encerrado en su silencio. 
Responde a todas nuestras preguntas diciéndonos: 
“Mi Hijo, Jesús, es mi palabra viva. Escuchadlo”.   

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

Colaborar con el Señor

Gracias, Señor.