¡Todo es Gracia!
“María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un
pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel
oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del
Espíritu Santo y dijo a voz en grito:¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito
el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi
vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá” (Lucas 1, 39-45).
El Misterio que inunda y sobrecoge a María
no la cierra en
sí misma
sino que la pone en camino
hacia otra mujer,
también sorprendida y fecunda de vida.
El saludo entre ellas
enciende el gozo del Espíritu.
La alegría salta a borbotones.
¡Todo es Gracia!
¡La fe se ilumina y la Promesa se expande!
Tu vida también está visitada por la Gracia.
Ponte en camino, con María,
y lleva la Buena Noticia del Evangelio de Jesús
a quienes lo pasan mal.
“Me quiero hacer prójimo.
Quiero bendecir su fe,
bendecir sus manos,
bendecir su comunidad.
Vine a dar gracias con ustedes,
porque la fe se ha hecho esperanza
y es esperanza que estimula el amor”
(Palabras del Papa Francisco en la visita a
una joven minusválida en Asunción
Paraguay).
En silencio amoroso escucho tu saludo María,
en silencio
confiado
percibo el Misterio que todo lo inunda,
en silencio sonoro disfruto
de
la Presencia del Dios con nosotros.
En medio del silencio sigo tus huellas
que
me llevan a los hermanos.
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