Ir al contenido principal

Hoy exulta de gozo al descubrir en el niño Jesús al Salvador,



“Será como una bandera discutida” (Lc 2,34)  

 Simeón es un anciano justo y piadoso 
que persevera muchos años en la oración 
y en la esperanza de ver a Dios, 
reconoce la presencia cotidiana de Dios, 
espera en Él, lo busca permanentemente, 
puede ver sus manifestaciones en cada paso.
Hoy exulta de gozo al descubrir 
en el niño Jesús al Salvador, 
la luz que ha venido al mundo, 
 y lo recibe en su corazón 
y lo acoge en sus brazos con fe.
Jesús no es una palabra más 
entre tantas como se pueden guardar en el corazón.
Jesús es la Palabra, es el Camino, la Verdad, y la Vida. 
¿Cómo reaccionas cuando, por ser amigo(a) de Jesús, 
tú también eres discutido y marginado?
 ¿Cuál es tu actitud cuando esto le sucede a la Iglesia?  
Como Simeón, estamos llamados 
a reconocer al Salvador de todos los pueblos, 
la luz de nuestra vida, y a convertirnos en profetas 
que anuncian su presencia, 
acogerlo con fe y dejarnos guiar por su luz.
Juntos andemos, Señor. 
A donde tú vayas, contigo quiero ir yo. 
Envíame tu Espíritu, 
para que no te abandone en la dificultad.
- Que seamos perseverantes en la oración 
y sepamos esperar con fidelidad la visita del Señor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...