Estad siempre despiertos
“Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza” (Lc 21, 36).
El creyente tiene que vivir siempre en vela,
como el
servidor que espera
en cualquier momento la vuelta de su señor.
Ora
incesantemente para que no caigas en la tentación
de abandonar el camino del
seguimiento de Jesús.
¡Ven, Espíritu Santo!
Ora en mi interior.
Mantén
despierta mi fe.
Alienta mi esperanza.
Aviva la llama de mi amor.
Hazme
generoso/a en la entrega a los demás.
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