Ir al contenido principal

la alegría de tu Evangelio,




Te damos Gracias, Dios nuestro Misericordioso,
porque Tú estás Presente y cerca nuestra,
nos amas y nos sigues llamándonos
cada día para permanecer reunidos junto a Ti.
Te damos Gracias porque tu Palabra Viva nos ilumina
y permanece siempre con nosotros para poder escucharla
y acogerla, guardándola día a día,
en lo más profundo de nuestro corazón.
¡Gracias porque tu Palabra siempre permanece!
Dios nuestro Misericordioso, 
te alabamos y agradecemos que hoy, 
como cada día, nos invitas 
y nos animas a caminar hacia el Encuentro contigo, 
y junto con cada hermano nuestro, 
porque tu Voluntad es reunirnos a todos en torno a Ti, 
formando una Gran Familia donde se viva la Fraternidad.

Tú, Dios nuestro, 
que eres Bueno y Misericordioso, 
ayúdanos a ser siempre fieles 
a tu Amor y a tu Misericordia, 
 y guíanos en todo momento 
con la Luz de tu Palabra de Vida, 
para que nuestra fe crezca, 
madure y se fortalezca cada día.
Te alabamos y te damos gracias 
por ser miembros de la Iglesia, 
y te pedimos que nos transformes en testigos sinceros 
y valientes de tu Reino de Vida, 
en medio de nuestra vida cotidiana, 
para comunicar a todos sin cansancio 
la alegría de tu Evangelio,
siendo instrumentos tuyos 
para llenar nuestro mundo de Esperanza.
Amén

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

La familia según el papa Francisco

100 consejos de papa Francisco a las familias que se encuentran esparcidos en las catequesis pronunciadas entre diciembre de 2014 hasta septiembre de 2015.   1.   “Permiso”, “gracias”, “perdón”.   En efecto, estas palabras abren camino para vivir bien en la familia, para vivir en paz. Son palabras sencillas, pero no tan sencillas de llevar a la práctica. Encierran una gran fuerza: la fuerza de custodiar la casa, incluso a través de miles de dificultades y pruebas; en cambio si faltan, poco a poco se abren grietas que pueden hasta hacer que se derrumbe (13 de mayo de 2015). 2. La primera palabra es “permiso” (…) Entrar en la vida del otro, incluso cuando forma parte de nuestra vida, pide la delicadeza de una actitud no invasora, que renueve la confianza y el respeto. La confianza, en definitiva, no autoriza a darlo todo por descontado. Y el amor, cuando es más íntimo y profundo, tanto más exige   el respeto de la libertad y la capacida...