Jerusalén, la ciudad de la paz



“¡Si al menos tú comprendieras en este día 
lo que conduce a la paz! (Lc 19,42)
La ciudad de Jerusalén, 
cuyo nombre significa paz, 
no reconoce la visita de Jesús, 
el mensajero de la paz enviado por Dios. 
Reconoce y acoge el mensaje salvador de Jesús.
Su Palabra trae la paz y la justicia.
Su vida es una parábola de paz y de comunión. 

Hazme un instrumento de tu Paz.
Donde haya odio, siembre yo el amor.
Donde haya tristeza, siembre yo la alegría.
Donde haya desunión siembre yo el perdón.
Donde haya pena siembre el consuelo.

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