Hoy el Señor, no es casualidad, ha puesto ante mis ojos algo que escribí el 28 de noviembre de 1987,
cuando todavía estaba en el seminario, y
aquí lo transcribo tal y como ha
aparecido esta nota, una
pequeña regla de vida que de alguna manera me ha acompañado durante estos años
de sacerdocio:
. Vivir la gratuidad de la oración.
. Vivir el sentido de acogida.
. Tener una noción existencial de la Cruz. Desprendimiento.
. Vivir el celibato como kénosis
(anonadamiento, entrega y servicio) Filipenses 2,6-7
. Saber abandonarme a las manos del Señor,
Él lleva mi vida.
. María, camino para llegar a Cristo.
. Estar abierto a la Palabra de Dios.
. Dar más de mí a los demás: EUCARISTÍA.
. Romper barreras - hablar de Dios,
contar la experiencia de
Dios en mi vida.
. Vivir la alegría de saberme amado de Dios.
. Abierto a la acción del Espíritu Santo.
Gracias Señor por este regalo. Ha sido como una respuesta a
la oración de hoy. Concédeme
vivir aquí en isla Cristina lo que un día me diste y hoy me recuerdas
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