LA VERDAD SIEMPRE TIENE FUTURO
El 15 de octubre, después de la sesión del Sínodo, se
presentó a los Padres sinodales la película "Las campanas de Europa"
sobre el tema de la relación entre cristianismo, cultura europea y futuro del
continente. La película presenta extractos de una serie de exclusivas
entrevistas originales con las principales personalidades cristianas, el Papa
Benedicto XVI, el Patriarca ecuménico Bartolomé I, el Patriarca Kirill de Moscú,
el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y otras personalidades de la
política y la cultura. El hilo conductor de la película viene dado por el sonido
de las campanas en diferentes rincones del continente y por la fundición de una
campana en la antigua fragua de Agnone. De la película, destaca sobre todo una
inédita entrevista al Papa.
En primer lugar se le pregunta al Pontífice sobre
“las
razones de su esperanza”
respecto al mensaje evangélico que se desprende de
sus Encíclicas.
R. -”La primera razón de mi esperanza consiste
en que el deseo de Dios, la búsqueda de Dios está profundamente grabada en cada
alma humana y no puede desaparecer. Ciertamente, durante algún tiempo, Dios
puede olvidarse o dejarse de lado, se pueden hacer otras cosas, pero Dios nunca
desaparece. Simplemente, es cierto, como dice San Agustín, que nosotros, los
hombres, estamos inquietos hasta que encontramos a Dios Esta preocupación
también existe en la actualidad. Es la esperanza de que el hombre, siempre de
nuevo, también hoy, se encamine hacia este Dios.
La segunda razón de mi esperanza consiste en el hecho de que el Evangelio de Jesucristo, la fe en Cristo, es simplemente verdad. Y la verdad no envejece. También se puede olvidar durante algún tiempo, es posible encontrar otras cosas, se puede dejar de lado; pero la verdad como tal no desaparece. Las ideologías tienen un tiempo determinado. Parecen fuertes, irresistibles, pero después de un determinado período se consumen; pierden su fuerza porque carecen de una verdad profunda. Son partículas de verdad, pero al final se consumen. En cambio, el Evangelio es verdadero, y por lo tanto nunca se consume. En todos los períodos de la historia aparecen sus nuevas dimensiones, aparece en toda su novedad, para responder a las necesidades del corazón y de la razón humana que puede caminar en esta verdad y encontrarse en ella. Y así, por esta razón, estoy convencido de que también hay una nueva primavera del cristianismo.
Un tercer motivo empírico lo vemos en que esta inquietud se manifiesta en la juventud de hoy. Los jóvenes han visto tantas cosas – las ofertas de las ideologías y del consumismo- pero perciben el vacío de todo esto, su insuficiencia. El hombre ha sido creado para el infinito. Todo lo finito es demasiado poco. Y por eso vemos cómo, en las generaciones más jóvenes, esta inquietud se despierta de nuevo y cómo se ponen en camino; así hay nuevos descubrimientos de la belleza del cristianismo; un cristianismo que no es barato, ni reducido, sino radical y profundo . Por lo tanto, me parece que la antropología, como tal, nos indica que siempre habrá nuevos despertares del cristianismo y los hechos lo confirman con una palabra: cimiento profundo. Es el cristianismo. Es verdadero, y la verdad siempre tiene un futuro”
La segunda razón de mi esperanza consiste en el hecho de que el Evangelio de Jesucristo, la fe en Cristo, es simplemente verdad. Y la verdad no envejece. También se puede olvidar durante algún tiempo, es posible encontrar otras cosas, se puede dejar de lado; pero la verdad como tal no desaparece. Las ideologías tienen un tiempo determinado. Parecen fuertes, irresistibles, pero después de un determinado período se consumen; pierden su fuerza porque carecen de una verdad profunda. Son partículas de verdad, pero al final se consumen. En cambio, el Evangelio es verdadero, y por lo tanto nunca se consume. En todos los períodos de la historia aparecen sus nuevas dimensiones, aparece en toda su novedad, para responder a las necesidades del corazón y de la razón humana que puede caminar en esta verdad y encontrarse en ella. Y así, por esta razón, estoy convencido de que también hay una nueva primavera del cristianismo.
Un tercer motivo empírico lo vemos en que esta inquietud se manifiesta en la juventud de hoy. Los jóvenes han visto tantas cosas – las ofertas de las ideologías y del consumismo- pero perciben el vacío de todo esto, su insuficiencia. El hombre ha sido creado para el infinito. Todo lo finito es demasiado poco. Y por eso vemos cómo, en las generaciones más jóvenes, esta inquietud se despierta de nuevo y cómo se ponen en camino; así hay nuevos descubrimientos de la belleza del cristianismo; un cristianismo que no es barato, ni reducido, sino radical y profundo . Por lo tanto, me parece que la antropología, como tal, nos indica que siempre habrá nuevos despertares del cristianismo y los hechos lo confirman con una palabra: cimiento profundo. Es el cristianismo. Es verdadero, y la verdad siempre tiene un futuro”
La verdad es que a mí me ayudan muchísimo estas palabras.
ResponderEliminar