Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)
Hoy vamos de entierro Juanlu...y celebraremos la Vida tan intensa y llena de amor de Dios que nos ha dejado Oscar...asi que la razón de Hoy es dar gracias a Dios por el inmenso Regalo que todos hemos tenido con Oscar...Su testimonio es una buena razón para vivir....
ResponderEliminarQuerida Gosspi, esta tarde en la celebración de la Santa Misa os tendré muy presente. Qué el Señor le conceda a Oscar la herencia prometida y le de cumplimiento a su esperanza de felicidad y paz. Un abrazo.
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