La respuesta del Maestro,


No podemos ser cristianos a medias tintas. El Señor lo pide todo. (Lc 14,25-33)
Un discípulo se acercó a su Maestro y le dijo: «Maestro, yo soy un hombre rico y acabo de heredar una gran fortuna. ¿Cómo debo emplearla para que redunde en mi provecho espiritual?»
Le dijo el Maestro: «Vuelve dentro de una semana y te daré una respuesta.»
Transcurrida la semana, regresó el discípulo, y el Maestro, suspirando, le dijo: «La verdad es que no sé qué decirte. Si te digo que des el dinero a tus parientes y amigos, no obtendrás ningún bien espiritual. Si te digo que lo entregues al templo, sólo conseguirás alimentar la avaricia de los sacerdotes. Y si te digo que se lo des a los pobres, te enorgullecerás de tu caridad y caerás en el pecado de soberbia.»
Pero, como el discípulo le urgía una respuesta, el Maestro acabó diciendo: «Está bien; da el dinero a los pobres. Al menos ellos se beneficiarán, aunque tú no lo hagas.»

Comentarios

  1. Y los que dicen no a la llamada del Señor, ¿no pueden vivir ya una vida espiritual germinante? El joven rico,¿ se supone que yo no fue feliz más?. Es verdad que no me cabe un no al Señor, pero los que se lo han dado...

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